Hoy presento en el blog una foto que me gusta mucho. No se si es porque adoro el lugar donde la hice o por el resultado final. Seguro que algo de las dos cosas hay.
Es una foto de un lugar clásico en la fotografía de costa en el Cantábrico, la comocida «Puerta del mar» en Liencres. Aquella mañana de noviembre Jose y yo llegamos un tanto justos de tiempo a la zona de acantilados y encontramos los mismos copados de aficionados a la fotografía como nosotros. Con las cosas así y pensando en que con tanta gente sería defícil buscar encuadres, decidimos ver y fotografiar el amanecer desde la zona superior de La Arnía.
Tras unas primeras fotos en esa primera localización, nos fuimos acercando a la zona de «La puerta». El resto de gente había descendido ya hacia Los Urros y pudimos estar un rato tranquilos, a nuestro aire. Yo tenía ganas de coger este lugar con los primeros rayos de la mañana y aproveché para buscar una larga exposición con el filtro de densidad neutra de 8 pasos. Cerrando a 22 el diafragma, conseguí un tiempo de exposición de 90 segundos, minuto y medio, lo cual me pareció más que suficiente para lograr el efecto que buscaba sobre el agua y las nubes.
Busqué una composición sencilla, con algún elemento en primer plano que dirigiera la mirada hacia el protagonista de la escena, «La puerta». Las únicas hierbas verdes que encontré hicieron las labores de guía en la composición, así que las dispuse en el encuadre de forma que orientaran la mirada hacia la mitad superior de la toma, para encontrarnos allí con la famosa mole de piedra. Para culminar la toma, dejé un pequeño espacio en el tercio superior al cielo, en el que las nubes aparecería difuminadas por efecto de la larga exposición. Para exponer correctamente la foto, utilicé, además del mencionado ND400, un degradado inverso «Hitech» de dos pasos.
Al ver la foto en la pantalla de la cámara, supe que había conseguido lo que buscaba. Ahora, me falta buscarla con una luz un poco más cálida, pero esa será otra foto…
Laster arte!