Esta foto de hoy es una de esas que se hacen en una escapada rápida al lado de casa. Al final, después de tanto visitar algunos rincones, uno conoce de memoria cada piedra y no es necesaria mucha preparación para fotografiar en estos lugares.
Aquel día llegué muy justo de tiempo y la verdad es que la climatología no acompañó nada. De hecho, para volver al coche me mojé debido a la lluvia…
Hice una serie rápida con dos o tres encuadres distintos pero ninguno me satisfizo plenamente, la verdad. La foto de hoy es la única que he revelado de aquella jornada, y creo que eso ya es de por si un dato revelador, valga la redundancia. Tal vez algún día me ponga a excavar en el disco duro y me anime con alguna otra, pero no lo tengo nada claro porque como digo, no me terminó de convencer ninguna. Debe ser que con el paso del tiempo, uno se vuelve aún más exigente consigo mismo…
Os dejo con ella. Laster arte!