Aquella tarde de agosto dio bastante juego… Al contrario que en otras ocasiones, no me recreé con ningún encuadre en concreto y estuve buscando unas cuantas fotos.
Esta segunda que os presento hoy la hice desde muy cerquita de «Kantauriko atea». Dando unos pasos y cambiando la ubicación del trípode, se puede conseguir meter una buena porción de la Costa Quebrada en el encuadre empleando los 17mm de focal mínima que ofrece el 17-40-L de Canon.
Para mi gusto es una foto que tiene una lectura difícil porque hay muchos elementos con interés. Traté de ubicarlos en el encuadre de tal forma que cada uno de ellos tuviese su dosis de protagonismo, pero no estoy seguro de haberlo conseguido. En primer lugar, busqué que la abertura de la roca en primer plano nos señalase «La Puerta», ubicada en un punto de la zona áurea. Esos puntos áureos se los reparte con la zona en la que ubiqué el sol en el encuadre. A parte de esto, también tuve en cuenta el mato de flores de la zona derecha que hace como introductor de la foto… Creo que este elemento tiene un papel relevante porque es el que nos obliga a leer la foto a la contra de como solemos hacer. Normalmente leemos de izquierda a derecha y creo que este mato de flores nos obliga a comenzar la lectura de la foto de derecha a izquierda y es así como la foto puede cobrar algo de sentido en mi modesta opinión.
Las exposiciones a contraluz siempre tienen su misterio ya que los contrastes que nos encontramos son difíciles de resolver para la cámara. En este caso me conformé con no quemar ningún elemento sacrificando algo de intensidad en el primer plano… Analizándola después en casa, creo que habiendo ayudado el inverso de tres pasos con un soft de un paso, habría mejorado.
Os dejo con ella. Laster arte!
Paco
12 Ene 2012Menudas luces te han quedado…
saludos