Alguna vez había estado de paseo con la familia por este bello rincón de la costa cántabra, pero me daba tanta pena no poder bajar a pie de mar, que casi ni me planteaba ir allí con la cámara…
He dicho «casi».
También he dicho lo de «no poder bajar a pie de mar», pese a que se que es posible hacerlo… Pero una cosa es que sea posible y otra que yo esté dispuesto a arriesgar la vida por hacerlo. A fin de cuentas, la fotografía para mi no deja de ser un hobby y hay que saber hasta donde se puede llegar para conseguir una foto. Algún compañero de Flickr me comentó que es posible bajar, pero que hay que utilizar material de escalada, y eso, para mi, son palabras mayores de momento…
Esta pequeña cala es conocida como «La yesera» ya que antiguamente aquí se ubicaba una mina de yeso. Esos tonos blanquecinos en el agua se los debe a esa substancia…
La foto desde el acantilado no tiene ninguna dificultad, salvo la de contener la respiración al mirar abajo. Me habría gustado tropezar con un cielo más atractivo, pero no estuvo en mis manos…
Para realizar la foto utilicé un polarizador circular y un degradado de transición dura de dos pasos.
Os dejo con la foto. Laster arte!