Esta localización la tenía entre ceja y ceja desde hacía ya bastante tiempo, pero nos costó dar con el acceso correcto una temporada. Estuvimos en una ocasión sin cámara hasta que por fin encontramos como acercarnos a sus inmediaciones. A finales de agosto, con mi tobillo aún maltrecho, decidimos ir a probar suerte un atardecer…
Lo cierto es que me costó bastante bajar, pero más me costó volver hasta el coche con el tobillo bastante hinchado con el esguince a medio curar. Aquel día comprobé aquel final que le ponía siempre mi amama Felisa al famoso refrán de «sarna con gusto no pica… «Pero mortifica» le añadía siempre mi amama…
Me parece una localización con posibilidades. Tenemos que explorarla más. La pena es que se hace incómodo acceder hasta allí. Hay una zona de piedra bastante pesada de pasar y luego una bajada que si hay algo de humedad se las trae…
La foto es una vista general del lugar. Puede abrirse mucho más el plano, pero de hacerlo, nos vemos obligados a meter mucha zona alta de acantilado, lo cual nos complica seriamente el uso de filtros degradados.
En cuanto alarguen un poco los días y el sol comience a meterse más cerca del mar, volveremos a intentar alguna toma distinta.
Os dejo con ella. Laster arte!