Continuando con la serie realizada en el Alto Asón en otoño de 2012, hoy os presento esta foto tomada a escasos metros de la carretera que sube al Portillo La Sía.
El título, al igual que el de la anterior foto de la serie, también tiene su miga. Tranquilos, que hoy tampoco me voy a poner a filosofar demasiado… En esta ocasión quise referirme a todas esas personas que pese a los reveses que la vida les está dando últimamente, siguen en pie luchando con la cabeza erguida por sacar adelante sus propias vidas y las de sus seres cercanos. Exactamente igual que esta vieja haya. Es probable que fuera alguna tormenta la causante de su caída, pero pese a tener gran parte del tronco caído, el resto sigue agarrado a la vida a través de las raíces que se sujetan al talud con la energía de un árbol joven. Cuando vuelva por allí, estoy seguro de que aún la encontraré viva.
En esta toma utilicé el polarizador circular, el trípode, el nivel de burbuja y el disparador remoto. No tiene misterio alguno. El único mérito fue encontrarla y buscar un encuadre que pudiera representar la escena que se dibujó en mi cabeza al pasar por allí.
Os dejo con ella. Laster arte.