Como no podía ser de otra manera, en Andorra también me dediqué a las largas exposiciones. Tengo debilidad por ellas, que le vamos a hacer…
En esta ocasión, estrenando el Sigma, me dediqué a fotografiar un torrente de agua desde la misma orilla en la zona de Arinsal muy cerquita de donde estuvimos alojados durante las vacaciones. Aún no tengo filtro ND para este objetivo por lo que tuve que cerrar muchísimo el diafragma para obtener una velocidad lenta de disparo y utilizar el polarizador para contribuir a esa velocidad.