Tranquilos, no me he vuelto loco… El título del post solo hace alusión a la foto que os voy a presentar. Nada que ver con el tiempo que tenemos hoy por Bizkaia, desapacible a más no poder…
Se trata de una foto realizada en primavera de 2013 en Sonabia, cuando las florecillas del borde del acantilado comenzaban a estar vistosas. Estas árgomas me han servido en varias de ocasiones como protagonistas de algunas de mis fotos, así que en aquella ocasión, recién florecidas, las volví a escoger como elemento destacado en primer plano.
Realicé una larga exposición de dos minutos a F11 e ISO200 para buscar que las nubes aparecieran difuminadas sobre el horizonte ya que a priori no tenían demasiado atractivo y consideré que de esta forma lo ganarían. El sol ya se había escondido pero los colores crepusculares aún permanecían sobre el horizonte. Entre dichos colores y las nubes difuminadas crearon una bonita combinación a mi modo de ver.
Utilicé un degradado inverso de tres pasos para compensar las luces del tercio superior de la foto.
Poco más tiene que contar así que os dejo con ella. Laster arte!