Hacía meses que no bajaba hasta allí y sinceramente, lo echaba de menos. Los temporales y lluvias invernales han destrozado el último tramo de descenso pero, por suerte, aún se puede acceder a esta preciosa cala de piedra a través de una lastra que, mientras permanezca seca, no resbala lo suficiente como para hacerme desistir.
El viernes por la tarde, tras un día de intenso trabajo enfrascado en labores hogareñas, me tomé un descanso y fui a practicar mi gran afición a la frecuentada zona de Kobaron. Llegué con el sol metiendose ya. En esta época aún se oculta por las montañas, pero ya va faltando menos para que la puesta del sol se aproxime al Pico Cerredo y posteriormente al mar.
Tenía ganas de seguir probando el polarizador singh ray y en ello invertí las primeras fotos de la tarde. Lo combiné con el degradado inverso y conseguí resultados bastante vistosos con el agua de un color dorado intenso, sobre todo en los reflejos.
Cuando el sol se escondió por completo y el polarizador perdió casi por completo su fuerza lo guardé para mejor ocasión y tomé las últimas fotos con el Sigma 10-20 armado únicamente con el degradado inverso. De estos últimos momentos es la foto que hoy os presento. Es una larga exposición, de unos 50 segundos aproximadamente con la cámara en modo «bulb» y el disparador remoto.
Hemos tenido unos cuantos días soleados y con los cielos bastante despejados, no por completo, pero sí bastante. A ver si esta semana sigue el buen tiempo y se nos acerca alguna nube para redondear un poco las fotos incluyéndolas en el encuadre. Hasta pronto.
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