Se nota que se han terminado las vacaciones y que estoy de sequía fotográfica. Los últimos atardeceres, los mejores del verano por cierto, los he visto desde un andamio mientras pintaba la fachada de casa. No me ha quedado otra opción que resignarme pues esa manita de pintura le ha venido como anillo al dedo a la casa de cara al próximo invierno…
He tenido un verano muy activo fotográficamente hablando y ahora estoy acusando la falta de ocasiones en este mes de septiembre pero espero no tardar en volver a la actividad.
Vista y comprobada la sequía no me queda otra alternativa que la de tirar de archivo una vez más. Para esta ocasión he escogido una toma de un amanecer. En el poco tiempo que llevo enganchado a la fotografía tan solo he salido en contadas ocasiones a captar este tipo de fotografías. Se hace duro madrugar los fines de semana tras una dura semana de trabajo pero ya dice el refrán que «al que algo quiere, algo le cuesta» y en este caso lo que yo ansiaba era un amanecer con nubes bajas.
Parece mentira pero eso que ansiaba conseguí captarlo en el primer intento. Una fría mañana del pasado febrero, me acerqué en compañía de mi amigo Iñaki hasta «La Garbea», un monte de la comarca de Enkarterri muy bien situado para poder ver salir el sol en invierno. Cuando llegamos hacía un frío helador pero pese a ello cargamos todos los bártulos para situarnos con la mejor orientación posible.
Al asomarnos a observar el paisaje nos quedamos sin palabras. Todo el valle estaba cubierto por una densa capa de nubes y sobre él quería empezar a despuntar el sol. Mirando hacia detrás teniamos el Kolitza con su ermita de San Roque y la luna llena aún rozando su cumbre. ¡Pena de un teleobjetivo en condiciones! Todo ellos componía un lugar de ensueño con una luz agradable para la fotografía pero con un poco de escasez de nitidez en el horizonte.
Pasamos un buen rato disparando nuestras Canon hasta que decidimos cambiar de lugar. Hoy os presento aquí la foto que más me gustó de aquel día. Estoy convencido de que volveré este invierno de nuevo, con más experiencia a intentar captar mejor ese maravilloso espectáculo…
Txintxu
21 Sep 2008Ederra Andoni.
Si que cuesta madrugar, pero cuando la naturaleza nos sorprende, pocas cosas son tan agradecidas.
Saludos