Pisueña river

Título de canción de blues del Mississippi…

Esta foto es la primera que he procesado del pasado fin de semana por tierras pasiegas. Como os comentaba el pasado lunes, el fin de semana no fue productivo en lo fotográfico pero sí en otros aspectos más importantes como en lo afectivo o en lo social. Pasamos cuatro días geniales en compañía de buenos amigos compartiendo casa en Selaya y eso tiene mucho más valor que las mejores fotos que uno pueda hacer…

Durante esos cuatro días visitamos varios lugares en los valles pasiegos. A lo largo de estos días os iré presentando alguna foto más. La de hoy es la primera que hice en un lugar que me encantó y al que tengo que volver. De momento creo que ya he liado a mi buen amigo Joserra para que me acompañe. El lugar se llama Pisueña. Está cerca de Selaya y tiene un marcadísimo acento rural que le da un toque fantástico a mi entender.

Llegamos el domingo casi a mediodía a visitarlo. Ibamos con idea de ver el pueblo y volver, pero vimos un camino que se adentraba en el bosque siguiendo el curso del río y nos animamos a caminar un rato. Ibamos con indumentaria de turisteo total, quizás yo fuese el  mejor preparado con unas zapatillas de trekking, pero Alberto y Elena subieron por la senda en sandalias y encima cargando por momentos con los niños… El resto de la expedición se quedó cerca del coche esperando a una mejor ocasión.

El camino que escogimos lleva al nacimiento del río Pisueña. Es una senda fácil pero que a mitad de camino tenía mucha cantidad de agua y barro por lo que decidimos dar media vuelta a esa altura. El recorrido está jalonado con cabañas pasiegas, pequeños regatos, verdes praderas y mucho arbolado. Todo ello junto con la vista de algunas montañas alrededor hacen que el paseo se haga difícil de olvidar.

Mientras bajabamos de nuevo hacia los coches, escuchamos el ruido de una cascada. Nos acercamos al borde del camino y pudimos descubrirla entre las ramas. Fue fácil encontrar un pequeño acceso hasta ella, así que allí me separé del resto del grupo para disfrutar un rato de mi afición.

La toma me resultó bastante complicada. Las cascadas a esta hora del día casi siempre lo son, salvo que estén a la sombra. Había varios rayos de luz que entraban a través de las ramas y que incidían justo sobre el agua de la cascada. Me costó exponer correctamente, pero creo que conseguí salvar la situación dignamente.

Para hacer esta foto utilicé el Sigma 10-20 a 17mm, ISO 100, F13 y 8 segundos de exposición. Disparé en manual y el exposímetro me daba una subexposición importante, pero era la única manera de salvar la sobrexposición del agua con mis conocimientos. Utilicé el filtro polarizador Cokin, y un degradado neutro que me redujo algo la luz de la cascada. Como veréis esta vez el polarizador lo dispuse de tal manera que no eliminara los reflejos, puesto que me agradó como se veía casi duplicada la cascada en el encuadre.

Después de realizar esta toma, seguí mi camino descendente con otro par de paradas, de las cuales, tendréis noticias en breve. Mientras tanto, os presento hoy «Pisueña river». Laster arte!