Esta es la foto de la que os hablaba el pasado lunes. La tomé el mismo lunes sobre las 9 de la noche, más de media hora después de la puesta de sol. Solo tuve tiempo para dos disparos y el primero me lo estropeó una ola que consiguió mover el trípode. El resultado del segundo, es esta foto que os presento hoy.
Lo cierto es que venía de hacer unas compras con la familia y al ver el cielo como estaba me estaba comiendo por dentro por no poder estar a pie de mar para hacer unas fotos. Para mas inri, me llamó Iñaki para decirme que estaba en la playa y que el atardecer había sido un espectáculo…
No hice más que llegar a casa y cargar con todo el equipo para salir disparado hacia la playa. Llegué a eso de las nueve, con poquita luz. Sabía que tendría que exponer bastante largo, pero las nubes y el colorido que estaba viendo bien merecían la pena el esfuerzo.
Cuando me acercaba a la orilla me encontré con los chicos del equipo de fútbol-sala. Entre ellos iba Borja que me preguntó donde iba a esas horas, ya sin luz… Estoy algo pirado, lo se. Esto debe de ser una enfermedad, pero no consigo curarla.
Una vez apostado en la orilla, el trípode no aguantó debidamente el embite de la primera ola, así que me chafó la primera foto de dos minutos largos de exposición. Para la segunda, me alejé un poco de las olas y volví a calcular el tiempo de exposición que esta vez se me fue casi a los tres minutos. El resto de parámetros son los de casi siempre: ISO 100 y F11 con el Sigma 10-20 a 12mm y el degradado inverso «singh ray».
Os dejo con la foto. Espero que disfruteis viendola tanto como yo disfruté haciéndola, que fue mucho. Esas prisas me van a matar, pero cuando soy capaz de atinar en algo tan apresurado me da un buen subidón! Laster arte!